La representación gráfica de esta ecuación genera una curva similar a , el símbolo del infinito.
La lemniscata fue descubierta, en 1694, por Jacob Bernoulli como la modificación de una elipse, curva que se define como el lugar geométrico de los puntos tales que la suma de las distancias desde dos puntos fijos (nombrados focos) es una constante. En contraposición, una lemniscata es el lugar geométrico de los puntos tales que el producto de estas distancias es constante. Bernoulli la llamó lemniscus, que en Latín significa "cinta colgante".